26 de noviembre de 2012

¿Quién es Kito?

Para quienes no lo sepan, hoy dedicamos estas líneas a dar a conocer a un veterano autor de cómic (entre otras cosas), que no por menos conocido deja de ser un AS de la historieta.

Kito no es un pseudónimo de Francisco Ibáñez, craso error que se ha ido arrastrando durante mucho tiempo avivado por la similitud de estilos, seguramente impuesto por la editorial de turno que recomendaba a sus autores seguir un estilo concreto. Cierto es que Kito e Ibáñez se conocieron, e incluso llegaron a colaborar haciendo historietas conjuntamente para la editorial Marco. 

Kito también dibujo personajes ajenos cuando sus autores dejaron de hacerlo, uno de ellos fue "Los Tres Mosquitos" de Ibáñez, del que incluso llegó a publicar un par de páginas en Francia.

Centrándonos en el título que corona estas líneas, conozcamos a este autor del que tan poco se sabe:

Francisco Pérez Espinosa, nombre real de Kito, firmó sus obras bajo los pseudónimos de: Paco Pérez, Kito, Charles Kito By, Pérez Espinosa o Quito. Nació en 1937 en un pueblecito de la vega murciana llamado Los Ramos. Desde pequeño destacaba su afición por el dibujo, siendo en 1953 con tan solo 16 años cuando comienza a publicar en un periódico de Murcia llamado "Línea". Allí, le encargaron crear unos personajes representando a cada uno de los equipos de fútbol, comentando en verso el resultado antes del partido, es decir, pronosticando el equipo que ganaría o perdería, todo esto bajo el título de "nuestros bonitos pronósticos".

Dos años después se traslada a Barcelona cargado de ideas e ilusiones, encontrándose con José Escobar, que cariñosamente le anima a seguir practicando. Por aquellos días aparece la revista "Sandalio" de Exclusivas Ferma, donde Kito es contratado y crea su primer personaje "Paco Carpeta", un dibujante que se pasa la vida buscando trabajo. En 1956 comienza a trabajar en la Editorial Marco para la revista "La Risa", allí conoce a unos jovencísimos Ibáñez, Raf, Martinez Osete, Carlos Bech y otros más. El editor le propone trabajar en el estudio de la editorial para recomponer las páginas de "Hipo, Monito y Fifí", cuyo dibujante, Emilio Boix, había partido hacia América; además también se encargaría de dar color a los cuadernos de Martínez Osete y rotular ciertas páginas. Posteriormente, adoptaría los personajes de Raf e Ibáñez (Levy Berzotas, Mr Cha cha cha, director de cine, Sherlok Gómez o Los Tres Mosquitos) cuando estos ingresaron en Bruguera.

En 1957, sentados  y de izquierda a derecha, Ayné, García, Ibáñez, Raf, Y Ripoll (director de la revista). De Pié, Carlos Bech, Beyloc, Y Kito.


En 1958, Carlos Bech persenta Vázquez a Kito, fue en un hotel donde Vázquez estaba con su primera mujer, él y Kito llegaron a ser grandes amigos, lo que proporcionó a Kito un lugar privilegiado para ser testigo presencial de muchas de las anécdotas que se cuentan del creador de Anacleto.

Entre 1960 y 1961, una vez pasado el servicio militar, entra en Ediciones Toray para ilustrar parte de la revista "Babette", allí realiza el personaje principal (Babette), bajo guiones de la empresa, así como una página de chistes sobre chicas. 


Lástima que de "Babette" solo apareciera un número, ya que la censura franquista se la cargó. Kito también dibujó, para la misma editorial, en las revistas "Fulgor" y "Hazañas Bélicas".

Pocos meses después Kito viaja a París, donde pronto es admitido en la mayoría de revistas del momento: Marius, Le Rire, Le Herisson, París Presse, Pilote y Frimousse. Revistas cuya tirada era a gran formato (como un periódico), pero solo de chistes e historietas. Es destacable su trabajo para la revista de René Goscinny (creador de Asterix junto a Albert Uderzo), "Pilote". Bajo guiones de Goscinny hizo "El Florocof Romos" un detective en el Londres de 1880. En Frimousse, revista para jovencitas, creó a "Nadine y Claudine", dos chicas quinceañeras.


Bajo estas líneas pueden ver ilustraciones realizadas para revistas francesas, pongan especial atención a "las chicas de Kito", son toda una delicia.





Metidos en 1964 contrae matrimonio con una bella mujer francesa, enamorada de España y de él, ¡claro!, tanto, que el matrimonio sigue vivo hasta el día de hoy.
Cuando las revistas francesas entran en decadencia,  Kito y su señora vuelven a Barcelona. Al poco tiempo, Bruguera contacta con él para que se incorpore a sus filas, pero Kito decide rechazar su oferta;  aunque le pagan las páginas como a Ibáñez y otros autores de la talla, no le interesan las condiciones de la editorial, pues se queda con los originales, cosa que en Francia no hacían, además había una diferencia abismal en cuanto a la remuneración de un país a otro.

Así que decide trabajar en una inmobiliaria como vendedor, llegando a vender un chalet al mismísimo Francisco Ibáñez. Tras un tiempo ascendería a director comercial de la empresa, lo que multiplicaria sus ingresos y gozaria de una calidad de vida nunca vista hasta ahora, por la cantidad de tiempo libre del que disponia. Lógicamente su nueva situación le llevó a distanciarse del mundo del cómic.

Su amistad con los dibujantes no decae y se ve con frecuencia con Vázquez, que incluyó en sus historietas de Anacleto y Las hermanas Gilda algún que otro cartelito publicitando "Parcelas Kito", un giño a su amigo:


Buena prueba de su amistad es que Vázquez eligió a Kito para ser padrino de uno de los tantos hijos que tuvo, e incluso llegaron a vivir juntos por una temporada en la casa que tenía Kito en Murcia. También siguió manteniendo buena relación con Ibáñez, Raf y el guionista Carlos Bech.

 Vázquez y Kito junto a sus esposas

En 1974 Kito y su esposa se trasladan a Águilas, un pueblo de Murcia, en principio la idea era tomarse un año sabático, pero tanto les gusto el lugar que finalmente se convirtió en diez.

Kito, para matar el gusanillo, volvería a publicar en periódicos de Murcia como "La Verdad de Murcia" con una página similar a la que antaño hizo en "Linea", la página se llamó "Pincelada Deportiva", a la empresa  le gusta tanto que le encarga sendas páginas para "La Verdad de Elche" y "La Verdad de Alicante". A lo largo del tiempo también publicaría en periódicos como "El Diario de Murcia", "La Voz de Murcia", "El Más Deportivo" y "La Opinión de Murcia"




Actualmente Kito, con 75 años, ha cambiado la plumilla por el pincel y el óleo. También dibuja figuras de toreros en plena faena, con un estilo impresionista muy original.
Además goza de las mejores colecciones de cómic, pero sus tebeos de cabecera son siempre los cuadernos de su desaparecido y entrañable amigo Manuel Vázquez.

Agradecemos enormemente a Quito y a Lorenzo, su hijo, la gran colaboración y predisposición que han prestado para la realización de esta entrada, sin la cual no hubiera sido posible.

19 de noviembre de 2012

Firmas que desaparecen

Era una práctica habitual en Bruguera eliminar la firma de Ibáñez, y la de otros autores, en las posteriores reediciones de sus historias; esto ocurría cuando se recopilaban las aventuras para la colección Olé. Veamos unos ejemplos de los cientos que existen:







En la actualidad, Ediciones B recuperó algunas de estas historias con firma para sus recopilaciones en Olé y Súper Humor, pero no todas, lo que hace pensar que las firmas recuperadas simplemente fueron por casualidad.

Ya que estamos ¿adivinan los títulos de estos fragmentos de historieta que hoy les mostramos?

12 de noviembre de 2012

¡Magnífica ilustración de Mortadelo!

Esta ilustración de Mortadelo disfrazado de japonesa con Shamisen, dibujada, entintada y coloreada con acuarela por el propio Ibáñez, fue el regalo que recibió Mercedes al ganar un concurso de dibujo hace ya treinta años.


Como es habitual en el autor de Mortadelo, hubo partes del dibujo que prefirió entintar a rotulador, y esas líneas se han ido descoloriendo con el paso del tiempo, aun así se puede apreciar la magnitud y majestuosidad de esta gran ilustración, y digo grande porque sus medidas son de 40x60 cms. 
Desde aquí animamos a Mercedes para que nos cuente su experiencia con tan generoso autor.

9 de noviembre de 2012

Más lápices de Ibáñez y Muñoz

Juan Manuel Muñoz vuelve a mostrarnos, a través de su blog, los lápices de Ibáñez y el resultado tras su labor de redibujado y acabado.


Probablemente esta media página pertenezca al álbum en el que trabajan actualmente, que trata el tema del botellón, y que podría titularse "La litrona...¡vaya mona!", las señas del Súper en la última viñeta lo delatan.
De nuevo agradecemos a Muñoz el gesto de enseñarnos estos lápices, y que siga haciéndolo por mucho tiempo ¡gracias!

5 de noviembre de 2012

Dèjá Vu (III): Ibáñez y sus autotransfusiones de humor

El maestro Francisco Ibáñez nos ha contado cientos de veces en sus entrevistas, que cuando le viene un nubarrón y no se le ocurre ninguna idea, coge uno de sus álbumes anteriores para buscar la inspiración. En boca de Ibáñez sería esto:

"A veces, cuando el cerebelo anda reseco, cuando las ideas se hacen de rogar, agarro cualquier álbum mío, moderno o antiguo, lo releo, me hago una autotransfusión de mi propio humor y al final digo “Pues a mí también me va gustando el pajarraco este…"

Buena prueba de ello son estas viñetas con gags parecidos. La primera imagen pertenece a la historia "Los Inventos del Profesor Bacterio"  de 1972:


La siguiente, cuyos gags están claramente inspirados en el fragmento anterior, pertenece a la aventura "Venganza Cincuentona" publicada en 2008:


Esta vez el peatón que observa la acción no se limita a mirar, sino que tiene la osadía de intentar usar la entrada y lógicamente sale escaldado. Luego el comentario que hace Mortadelo al lector no tiene desperdicio, no podrán negar que Ibáñez esta vez se ha superado.