4 de mayo de 2016

Los Golondrinos del Espacio, la serie inédita de Casanyes

Gracias a la gentileza de su propio autor, hoy nos encontramos ante el descubrimiento de una serie inédita ideada por Casanyes en 1983 para la revista Jauja, probablemente no se llegara a editar debido al prematuro cierre de la misma, por lo que las páginas realizadas quedaron sin publicar y la nueva serie en el aire.


Una vez iniciada la andadura de la revista Garibolo, el autor intentó rescatar la serie para que se publicara por fin, pero se encontró con la negativa del editor que solo quería material que se pareciera a Mortadelo y Filemón. Así que la serie quedó relegada a ocupar un espacio en el cajón de las cosas no publicadas.

Hoy tras 33 años nos encontramos ante las cuatro primeras páginas y únicas de la serie, la última incluso sin entintar, realizadas al más puro estilo de Casanyes, con todo lujo de detalles y un acabado excepcional. Se nota que a este hombre nunca le ha pesado el trabajo.

Ya al comienzo de la aventura, algo sonará tremendamente a los seguidores de Paco Tecla y Lafayette. Sí, es el principio de "Odisea en el Cairo" de la versión publicada únicamente en Garibolo. Casanyes utilizó esa idea de "Los Golondrinos del Espacio" para "Odisea en el Cairo", ya que la primera nunca se llegó a publicar.


Tan solo con leer las 4 páginas dibujadas, uno vislumbra enseguida lo desacertado que estuvo el editor de turno que no quiso publicar esto, pues se intuye una aventura apasionante a la vez que desternillante, con un guion muy elaborado propio de Casanyes.

La historia comienza con el reconocimiento por parte de las autoridades mundiales de que la tierra esta hecha una birria y las naciones se han unido para intentar dar solución al grave problema. Finalmente se decide lanzar al espacio una nave con tripulación internacional con la intención de buscar un nuevo mundo.


Sorprende el tema que tenía intención de tratar, pero no extraña ya que Casanyes siempre ha impregnado una dosis de crítica social en sus personajes, aventuras e historietas propias. Quizás en esa época no había tanta conciencia sobre el tema de la contaminación, pero hoy es evidente que todo esto está en primera línea de actualidad y de publicarse en nuestros días nadie imaginaría que se gestó hace más de 30 años.


A partir de ese argumento podría haber pasado cualquier cosa a lo largo de las 44 páginas que su autor tenía planificado dibujar, viendo la cantidad de personajes y el juego que podrían dar los 12 individuos que podemos contabilizar entre las páginas 3 y 4. Aunque claramente se vislumbra que la acción se repartiría entre el cuarteto del final de la última página, Trastovsky, Lin-chao, Cristóbal (que nos recuerda a Tito, el homo sapiens 2000) y un cuarto del que no se menciona nombre. Una aventura que bien podría haber hecho las delicias de todo lector y que desafortunadamente quedó sin desarrollar en pro de la búsqueda de algo que se pareciera a la gallina de los huevos de oro que toda editorial quería emular, sin percatarse de que otro autor como Casanyes podía albergar también el éxito, quién sabe si incluso al mismo nivel o superior, de los personajes de Ibáñez.

Gracias una vez más a Casanyes por contar con un servidor y su humilde blog para mostrar estas páginas.

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